abril 13, 2011

He decidido que me voy a sentar y te voy a esperar... solo por un rato.



Hola!

Ya han pasado más de dos meses sin que crucemos palabra.

Quería saber si aún recuerdas el edificio en obra gris del que hablábamos en nuestras charlas. Lamentablemente ya no es más una obra gris, ahora tiene paredes que tapan toda la vista a la ciudad y al agreste bosque de pinos que lo rodea.

Siendo ese el caso, me temo que  ya no podremos hacer el picnic nocturno con almojábanas y aguadepanela que planeábamos hacer en el último piso de la construcción. Es una lástima que ya nuestros labios no estén repletos de harina.

Pero aún nos quedan muchos escenarios, como aquel que me pintabas la primera noche, recuerdas? Donde querías que te agarrara la mano mientras caminábamos juntos a casa durante una madrugada bonaerense. Yo todavía tengo ganas de llevarte a casa y tomarte de la mano, para cuidar de ti como a un niño pequeño que se le lleva por primera vez a un kínder.

Y que de aquel donde te pedí que me rescataras? Dijiste que vendrías a en tu armadura plateada para rescatar a tu caballero, quien permanecía solo y secuestrado a su suerte… Dijiste que vendrías corriendo, que me raptarías en medio de la noche, nuevamente me agarrarías la mano y correríamos tan rápido hasta que estuviéramos lo suficientemente lejos de todo y de todos, y que ahí… justó ahí, dejarías que mis manos acariciaran tu cara y finalmente caeríamos sobre las hojas caídas del bosque donde nos fundiríamos en un beso sin preocuparnos a qué hora terminara.

Recuerdas cuando te prometí que te mantendría entre mis manos para escudarte de la tormenta, y que sería tremendo idiota donde te dejara ir? Pues… me he convertido en ese tremendo idiota, creo que eso no es nuevo. Tienes que entender que lo hice por mi bien, quizá por el de ambos.

Pero no ha pasado ni un solo día en el que deje de preguntarme cómo estás, si estás bien, si estás vivo.
Ahora sé que estás en casa, solo por un corto tiempo. No te niego que me muero de ganas por llamarte y quizá inventarme un motivo para escaparme e ir a verte. Sin embargo, te he pedido que me des una señal, pero creo que por ahora has decidido mantenerme en sala de espera. No sé si lo que hice te causó tanto dolor que te convirtió en hierro o si simplemente lo que pasó fue tan insignificante que aún no te explicas como es que yo ande en espera por ti.

Ojalá puedas leer esto, si es que andas por ahí… y me puedas responder.  Solo dime que sí y correré a verte en el menor tiempo posible.

Te extraño.
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Si saben que mi historia está concursando en #1añitohombreconhombre ? Tomense el trabajito de leer la entrada en http://hombre-con-hombre.blogspot.com/2011/04/de-la-primera-vez-y-otros-fiascos.html y si les gusta VOTEN! y si no, pues comenten al menos. Es un ejercicio literario bastante bueno y de paso leen otras entradas que seguro les van a gustar, se van a sentir identificados. Abrazos a todos!

2 comentarios:

  1. Después de leer esto solo puedo decir que él es muy afortunado.

    Saludos

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  2. Eduard, volviste! Gracias por tus comments, especialmente el de hoy ;) Un abrazo!

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