abril 23, 2011

Al diablo con los noviazgos virtuales! (Quiérase un poquito!)


Una madrugada, después de terminar mi primera entrada sobre las redes sociales gay, recordé que en el tintero se me quedaron dos consejos importantes: Uno: Preferiblemente buscar contactos dentro de un radio de 10 kms a la redonda y Dos: Nunca prolongar mucho el tiempo para conocer a alguien con quien haya química. No entendía como había olvidado esos dos puntos tan importantes, siendo que ambos los había aprendido a las malas.

Wilson, uno de mis mejores amigos, ya me lo había advertido: Él había tenido una relación años atrás con una dominicana 14 años mayor que él, a quien conoció una noche en una sesión de Latinchat. Empezaron teniendo una bonita amistad que al paso de los meses pasó a ser algo más serio, y en cuestión de un año Ella vino a Colombia, se conocieron, tuvieron algo semejante a una luna de miel mientras se perdían en los parajes más turísticos del país y en esas duraron algo así como un mes. Hasta ahí todo bien, cada cual regresó a su realidad, no sin antes conocer la realidad del otro. Después de ello casi que empezaron a hablar de un futuro juntos: El viajaría a Estados Unidos a vivir con ella y con sus tres hijos, serían una feliz nueva familia y Colorín Colorado… Pero como era de esperarse, no fue así; al cabo de un tiempo las hormonas de Wilson no se pudieron quedar quietas, pero antes de embarrarla, prefirió cortar las cosas en sano.

Marcos también me lo había advertido, a su manera. Lleva algo más de tres años en una relación, y durante ese tiempo me ha repetido en múltiples ocasiones que no sería capaz de perdonarle los cachos a su novia. Sin embargo, cuando le pregunté que si los cachos fueran virtuales, su respuesta me sorprendió:

-          Serían como cachos de a mentiritas, total si nunca ha existido contacto físico, para que estresarse?

Advertencias venían de todos lados, pero yo nunca quise hacer caso. Podría venderme al mejor postor porque necesitaba sexo de manera urgente y por qué no? Un poco de amor no me vendría mal; el problema es que para disfrutar de todos esos privilegios necesitaba estar “a la venta”, pero dada mi condición de enclosetado no podía mostrar mi mercancía por temor a represalias. Ni modo! Tendría que trabajar de manera clandestina y que mejor hacerlo que usando el bajo perfil que ofrecen las redes sociales hoy en día.

En un principio tuve éxito porque no involucré sentimientos, solo era cuestión de encontrar alguien lo suficientemente atractivo como para iniciar una conversación, de ahí a un coqueteo discimulado, viaje a Bogotá, cita en un café, restaurante o bar, besos, sexo telefónico, luego sexo en vivo, y si gustó pues se reitera la invitación y estuvo; Pero el problema de esa rutina radica en que uno se termina convirtiendo en un pedazo de carne y convierte a otro en pedazo de carne también.

Decidí desnudar mi identidad un poco, con la meta de parecer más real y más confiable, y así ganarme la confianza de alguien y mostrar mi verdadero yo, para darle a oportunidad a ese otro que me quisiera por lo que soy. No iba a ser fácil, no encontraba a nadie en mi ciudad que me pareciera material de novio y en Bogotá los prospectos se desanimaban al saber que yo no vivía allá.

En fin, entonces me sucedió que inicié una relación en dos ocasiones, con un lapso de tiempo de dos meses entre la una y la otra, ambas fueron con colombianos que vivían o estudiaban temporalmente fuera del país. En ambas las cosas iniciaron con una conversación casual, intercambio de pensamientos y gustos, y en cuestión de meses (incluso de días) nacía una química mutua que en ambos casos me hicieron ver juegos pirotécnicos (con uno prácticamente éramos novios, el otro me llegó a proponer que me viniera a estudiar donde él estudiaba). Pero ya sabemos cómo termina la historia, chico conoció chico y chico no era lo que chico esperaba. El romance se quedó plasmado en interminables líneas de texto, pero a la hora de llevar los sentimientos a la mesa de negociaciones, el miedo, y quizá el orgullo, hizo que todo se fuera al caño y que las palabras se quedaran atrapadas en una garganta estreñida.

Ya se imaginarán la decepción tan tremenda, incluso el golpe al ego que uno recibe. A ratos me pregunté si el problema era yo, si me veían tan horrible (Que es totalmente injusto, o sea, tampoco soy modelo de Calvin Klein, pero tengo una que otra gracia, por Dios!). A la larga era culpa de los dos, por acelerarnos y dar sentimientos por hecho.

Ahora, no estoy generalizando ni estoy diciendo que es lo que les va a suceder si se meten en una relación virtual! Yo estoy seguro que debe haber alguna relación exitosa que empezó via internet y que por cuestiones de distancia se puede mantener así (al menos por unos meses); pero desde mi perspectiva personal, es enamorarse de una computadora a distancia! Simple y sencillo. A ver cómo le hace para tener sexo con la computadora, porque el cybersexo al fin y al cabo es un pajazo y ya, puede bajarse una porno o cerrar la pantalla de su portátil y a la larga es lo mismo, cuestión de imaginación… Y si lo virtual sigue siento virtual al fin y al cabo, donde queda la realidad en todo eso?

O bien podría comprarle un vibrador a su traga twittera, le dice “Cada vez que juegues con el, piensa que soy yo”, ahora quien le dice que en vez de imaginárselo a usted, se imagina a Javier Bardem?

Señores, la química es necesaria en toda relación, es el motorcito de ese carro que usted compró con su pareja cuando dijo “Si, quiero estar contigo”; Y la física, asi nos duela, también es necesaria, somos seres sensoriales, y necesitamos conectar todos nuestros sentidos para experimentar emociones plenas. 

La informática es simplemente un medio de comunicación, no es más, abusar de ella es como enamorarse del mariachi en vez del tipo que paga por la serenata.

Si la cuestión es miedo a que no lo acepten como es, recuerde que todos tenemos el mismo miedo, pero es algo que hay que enfrentar y descubrir. Entienda que asi sea usted el man más feo del mundo, siempre va a haber alguien  (así no lo encuentre fácilmente) que lo acepte por el hecho de ser único e irrepetible.

2 comentarios:

  1. Me encanto este post, tienes razón las relaciones virtuales pueden ser muy difíciles de manejar y en el fondo no son relaciones de verdad. pero de vez en cuando son divertidas y en momentos donde todo esta mal, una relación de este tipo puede ser muy buena.

    Todo depende de como se maneje.


    Por cierto me encanto tu blog, ya me lo leí completo y no te había felicitado por lo bueno que esta.

    Saludos

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  2. Lo curioso del asunto es que estas respondiendo a las preguntas que planteas, por lo tanto me quedaré con el pico cerrado.
    (OMG, la ricurita del alquimista se me adelantó, a mi que siempre me gusta ser el primero en comentar)
    Bueno, ahora que la tienes bien clara pues ya podrias ir pensando en algo mas cercano a la realidad (no virtual) que obviamente es mucho mas edificante que las relaciones 2.0.

    Saludos

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