octubre 31, 2011

Ayer, cuando yo era Homofóbico


“En qué tipo de sociedad vivimos, que para ser aceptados se nos obliga a rechazar a otros? ”.

 

Hacia el segundo semestre de ese año, ingresé al coro de la universidad. Necesitaba despejar mi mente de las inagotables líneas de código que por esos días eran (y son) mi agonía… además necesitaba buscar ese niño prodigio que había perdido cuando tenía 13 años, en un diciembre en el cual su voz de Farinelli se tornó en un horrible canto de pato puberto.

Resultó que después de la prueba no lo hice tan mal, de hecho, clasifiqué como Bajo (siempre pensé que iba para tenor) y mi emoción era notable porque el tono de mi voz, en teoría, podría alejar cualquier rumor sobre mi sexualidad.

… Bueno, al menos dentro del coro podría funcionar; cuando mis compañeros de la u se enteraron no demoraron en hacer comentarios al respecto: Cantar es para las viejas y para los maricas, así que si Andrés está en el coro…

Cuando nos ubicaron de acuerdo a nuestras voces, a mi lado encontré un estudiante de Comunicación Social que se llamada Vladimir; medía más o menos lo mismo que yo, tenía una cara cuyos rasgos parecían haber sido el resultado de su piel halada hacia arriba con la excepción de sus espesos labios que aún recuerdo con deleite… también usaba frenos como yo, lo cual lo hacían un hombre igual de feo, y por ende, las comparaciones serían innecesarias.

Pues resulta que si bien el muchacho no era muy agraciado facialmente, tenía un carisma que agradaba a todas las niñas, e incluso al cabo de un tiempo fui yo quien cai también en esa horda de admiradores, porque era un bacán que compartía sus partituras y además de eso siempre lo hacía con una sonrisa de oreja a oreja… ah! Además me tuteaba… y bueno… Tenía un trasero… Y unas manotas! En fin, yo y mis gustos exóticos.

Sucede que Vladimir tenía un séquito de amigos, que botaban más pluma que contrabando de aves exóticas: Paulo (el mejor amigo), Sergio  (o ‘Sergie’, futuro activista y peluquero),  Milo (ese si era el verdadero Farinelli) y Gabo (sin comentarios) todos ellos tenores; de ahí que en el coro empezó a cundir la mala fama de los tenores y todo aquel que fuera Bajo se consideraba fuera de toda sospecha. A pesar de sus amistades, las niñas guardaban la esperanza que Vladimir, por ser bajo, no corriera la misma suerte.

Las sospechas sobre Vladimir se hicieron latentes cuando el coro viajó por 14 horas a una presentación en un pueblo del Magdalena Medio. Todo el mundo sacó guitarras e hizo gala de sus talentos musicales, y siendo un experto guitarrista, Vladimir se cantó alguna pieza medio romanticona, sentándose enfrente de su amigo Paulo y a quien le cantó con tanta emoción que de la escena emergieron corazoncitos invisibles que causaron estupor en los bajos y desilusión en las soprano y las contralto. Ni que decir que cuando Paulo y Vladimir se acomodaron en su silla y se arruncharon… ahí ya todas las dudas estaban despejadas.

-          La madre que si mi mejor amigo me canta así y se me arrunche al lado, soy capaz de romperle la guitarra y amarrarle las cuerdas como corbatín, a ver si se le acaba la ‘maricada’!- dijo mi compañero de silla.

Yo tenía sentimientos confundidos: Por un lado empecé a morbosear con la idea que a Vladimir y a mí nos hicieran compartir habitación, y que después de unas cervezas en el bar  me hiciera suyo ( Papi poséyeme!) en el baño del cuarto; Por otro lado, lo mejor era alejarme de él y de hacerle cualquier sonrisita o gesto amable a riesgo de convertirme en ‘tenor’.

En el hotel había espacio para seis en cada cuarto, y como éramos 18 hombres, era obvio que a los ‘tenores’ lo iban a mandar a un cuarto aparte pero igual necesitaban uno más para llenar el cupo. Los pocos tenores que se salvaban de la mala fama y el resto de bajos (sin incluir a Vladimir) empezamos a cruzar miradas de miedo sobre quien iría a ese cuarto de perdición. El director del coro volteó los ojos ante la inmadurez de sus voces masculinas y no le vió agüero en compartir cuarto con los infames tenores.

Para colmo de males, los tenores dormirían en el segundo piso del hotel, alejados del resto del coro quienes ocupábamos el primer piso. Fue ahí donde este pecho que les escribe, aprovechó el momento para alejar cualquier sospecha sobre su sexualidad y montó un espectáculo tan gracioso pero tan denigrante que al día de hoy todavía lo recuerda con bastante desagrado:

-          Si saben que en el 201 esta noche habrá ‘trencito’, no? A penas se duerma el maestro …

Lo siguiente que hice fue empezar a brincar cuan conejo en celo por todo el patio mientras el resto de mis compañeros estallaban en carcajadas. Cuatro de mis compañeros bajos empezaron a seguirme la corriente y todos simulábamos el famoso tren. Dada mi danza ridícula, estos pobres muchachos serían denominados por el resto del año como “Los Conejos”.

Los pobres ‘conejos’ fueron víctimas de los silencios repentinos y las risitas tontas durante el resto del paseo. Ellos sabían bien la razón y no le dieron importancia, pero creo que no sabían que el motivo de las risitas era que cada vez que los veían, pintaban en sus siluetas el bailecito tonto que yo había protagonizado la noche previa a la presentación. Durante el viaje de vuelta los conejos no cantaron, no sacaron guitarras y cada quien durmió en su silla mirando afuera.

Para suerte de los conejos, los exámenes finales se acercaban y yo ya no podría asistir a los tres ensayos semanales, solo a los de las ceremonias de grado y algunas novenas en la capilla de la universidad. Durante esos ensayos se acabaron las risitas y los buenos gestos con Vladimir, a duras penas nos saludábamos. No volví más al coro porque no quería levantar mala fama entre mis amigos y además porque con tanto ensayo nocturno me tiré dos materias ese semestre.

Tiempo después es que me pregunto que habrán pensado todos los pobres sujetos de los que me burlé en esas ocasiones… Cual habrá sido su mayor pecado para que se ganaran ese trato? Saludar con cordialidad? Compartir partituras con el compañero de al lado? Cantarse canciones para expresar sentimientos escondidos? O Pedir que se cantara Caraluna o la Maldita Primavera cuando se escucha a Enrique Bunbury? Pues… señores coristas, la verdad ustedes no tenían la culpa de nada… simplemente fueron víctimas de un enclosetado homofóbico!

No es algo de lo que me sienta orgulloso en haber hecho, más aún cuando comprendí que lo que estaba haciendo era vengándome con esos muchachos por todo el rechazo que sufrí en la mitad del bachillerato. Me porté de manera violenta porque tenía miedo de volver a ser señalado, y la mejor manera de acallar cualquier sospecha era señalando a otros.

Cuando veo como una horda de desconocidos se despachan en improperios hacia los que como yo, gustan de los de su mismo sexo, es como si me viera en cientos de miles de espejos, retratando lo que yo solía ser y lo frustrado que me sentía en ese entonces… incluso con aquellos que dicen estar curados de ser homosexuales (notan con que rabia se expresan contra sus antiguos compañeros de causa? Ustedes creen que si en realidad estos sujetos se han curado tendrían toda esa ira acumulada?)…

…O sea señores homofóbicos, tranquilos que no somos zombies ni vampiros que buscamos crear ejércitos para acabar con la sociedad y alzarnos cuan nuevos nazis sobre este planeta! sabemos que ser gay es “pa’machos” … no es para todo el mundo! Gracias a ustedes y a las lecciones que a las malas nos han querido enseñar, hemos aprendido a respetar la diversidad.

Hagan lo que hagan, queridos homofóbicos, yo estoy aprendiendo a ser felíz conmigo mismo, me está costando trabajo, pero llegará el día en que “me quite este demonio que cargo atrás y que no me deja bailar”. No se qué tipo de felicidad les genera discriminar a otros, pero si ese es su ideal pues bien por ustedes… a mi ya me dejará de importar!
--

Epílogo:

Hace algunos días encontré a Vladimir, en un conocido bar gay de la ciudad. Cuando lo ví lo saludé y me lo llevé al área de no fumadores para ofrecerle disculpas por mi comportamiento años atrás. Cuando le conté sonrió, me dijo que no se había dado cuenta de esa situación y que más bien toda esa payasada le causaba risa. Terminé y me abrazó, me felicitó por tener el valor para pedir perdón, y me dijo que con el hecho de tener mi mente tranquila era todo el perdón que yo necesitaba.

Ahora la maldición por tantos años de homofobia es que los tipos no se me acercan, aparentemente porque soy demasiado hétero para el gusto de ellos… Ay Dios!

agosto 01, 2011

Réquiem por un cabrón

Esa mañana la ciudad amaneció empapelada con un nombre, que años atrás el solo escucharlo me helaba la sangre”.

He de decirle que usted fue el villano de dos años de mi historia.

Usted hizo que maquinara cualquier excusa para no tener que ir al colegio, me hizo odiar los lunes más que ningún otro día de la semana, y amar los fines de semana porque eran los únicos días  en que no tenía que verle la cara, ni aguantarme una bola de papel en la nuca, ni un empujón, ni una hilera de pupitres atropellándome contra el tablero para luego escuchar una manada de carcajadas.

Después de un tiempo no sé qué pasó, creo que fue por alguna azotada mutua contra el piso del salón o porque le salvé el pellejo en clase de Español, el cuento fue que usted no le vió más sentido a montármela como llevaba haciéndolo desde hacía dos años.

Hoy, cuando supe de su destino, quise saber cómo se habían dado los hechos, y lo que encontré fue una lista de mensajes describiendo a una persona ejemplar: amigo entrañable, amado novio, luchador incanzable, amante de la naturaleza …

Me reí y me dije: Como se nota que no lo conocieron cuando era más chico! Debió de madurar mucho en estos últimos años… Entonces se trataba de un niño que descargaba su dolor en otros con la misma intensidad con que él lo vivía… Al final del día, era solo un ser humano, como yo.

No creo que sea de relevancia en este momento, pero quiero que sepa, donde quiera que esté, que hace mucho tiempo lo perdoné; y aunque sus bromas no fueron para nada agradables, al pasar el tiempo se me olvidaron, total solo fueron estupideces de adolescente, nada más que eso.

Le prometo que la próxima vez que me encuentre con mi pasado, lo saludaré con la frente en alto.

Descanse en paz A.F.M.J.

P.D 1: Repudio las condiciones en que se dio su muerte.
P.D 2: Si nos encontramos del otro lado, tenga por seguro que le aventaré una bola de papel en la nuca, tal como en los viejos tiempos.

junio 10, 2011

Si estas paredes anales hablaran



Vamos a tener que hablar a calzon quitao niños, y lo digo enserio.

Intenté hablar del tema con mi mejor amigo gay, pero le pareció desagradable… Aún no podemos hablar de nuestros anos (si, así es, anos, no me comí la ñ) así como las mujeres hablan de sus vaginas. Si la cosa va así, cuando podremos sacar El Monólogo del Ano? Bueno, aunque si el Monólogo del Pene no existe, que le espera a su vecino de atrás?

Siendo sinceros no juzgo a Esteban (mi mejor amigo gay) Más si tenemos en cuenta que soy una persona terriblemente asquienta! Les confieso que me dan unas nauseas terribles el solo pensar en fluidos y cuerpos intestinales, imagínense como me pone el pensar que para llegar al placer hay que estar en contacto con un pedazo de intestino?

El hecho es que la culpa que el ano sea tan mal visto se debe a la educación que hemos recibido al respecto, y bueno, no podemos juzgar a nuestros padres ni a nuestros maestros, a ellos nadie los preparó para tener hijos gays, y si lo cierto es que ni siquiera están aptos (en su mayoría) para dar educación sexual para niños heterosexuales, como puede uno esperar que el papá le diga a uno “Nene, ese huequito no solo te sirve para excretar, sino también para dar o recibir placer de otro niño”?

Perturbante el solo pensarlo, no creen?

En mi caso, durante mi adolescencia no sabía cómo se daban placer dos hombres, pensaba que era simplemente un juego de espaditas y de sobarse las punticas mutuamente y ya; Sorpresa sorpresa cuando me enteré que de la misma manera que sucedía en las películas softcore que pasaban por Playboy (en ese tiempo en mi casa se veía con mucha estática), A los niños que nos gustan otros niños nos gusta dar o recibir por detrás … “Homosexuales Asquerosos!” decía yo; quien iba a pensar lo equivocado que estaba al respecto?

Con el tiempo y el cambio de opinión, decidí instruirme e investigar a que se debían los placeres que entraban por la puerta de atrás; Encontré que si bien el ano no lubrica como la vagina, durante el coito se estimula la base de la próstata que se conoce como “Punto P”, que es como el punto G de las mujeres. 

“Manos a la obra!” me dije un día, me metí en territorio que antes creía enemigo, me limé las esquinas de las uñas, me armé de valor, astucia… también de un tarro de vaselina, expandí mi humanidad cuan mermelada sobre el piso de mi ducha, hundí mi dedo del medio entre la vaselina, me relajé y pensé en sexo con Clive Owen…

… Pues señores, me di cuenta que Clive Owen lo debe tener como chiquito porque yo no sentí nada en el mentado punto P. “Ni siquiera me invitó a un café el condenado y ya quiere por Detroit” – pensé – “Será que ya se va venir? No vaya y sea que me den las 6 pm aquí y me pierda los refritos de Grey’s Anatomy”. La sensación de incomodidad, como cuando alguien le pregunta a uno lo que no debe, así me sentí… y ese sentimiento se repitió las siguientes veces que Clive y yo intentamos meternos juntos a la ducha. Ya después de un tiempo Clive se cansó de intentarlo, no me ha hablado desde entonces.

Creí que las cosas iban a cambiar en vivo y en directo con otro hombre, quise explorar con los besos negros;  al tipo le di piquitos en la espalda para que se fuera calentando y fuera “dilatando”, pero lo cierto fue que cuando llegué a su agujero, se me reveló el olor de la axila de un indigente… “Paso!” El tipo se quedó sin beso negro! O sea, yo sé que esa área no es que huela precisamente a una sucursal de La Riviera, pero esperaba al menos un olor a cazuela de mariscos… los mariscos son ricos!

En fin, en otra ocasión dejé que el tipo fuera mi Clive, y en un momento de arrunche y hormonas a las 6 am jugamos un ratico. El jueguito estuvo bueno, pero que dolor de testículos tan horrible que tuve el resto del día, con decirles que no paré de imaginarme un cojincíto de esos que cargan los abuelos para que el asiento les quede más alto, pero uno relleno con agüita caliente, a ver si le daba algo de descanso a mis maltratadas partes… Ah! Y si de una buena vez por todas se me acababa el caminado chistoso, porque curiosamente ese día tuve que caminar mucho, y durante el trayecto sentí como si fuera a hacer casting para Happy Feet. 

Intenté preguntarle a Esteban si el dolor testicular era normal, pero solo apuntó a decirme que le había dado demasiada información y que se sentía algo incómodo hablando del tema.

Como sea, el hecho es que yo nunca me canso de explorar e intentó no privarme de nada, ya encontraré alguien que si sepa hacer de Clive y sepa llegar por Detroit con cuidado. Mientras tanto seguiré jugando con los puntos P de otros machos. 

Y eso era todo lo que tenía que contarles, analmente hablando. Les recomiendo que se pongan en sintonía con sus anos, escúchenlos, podrían sorprenderse con todas las cosas que tienen para decirles.

mayo 04, 2011

6:40 AM



-          Vas a estar en la casa ahorita?
-          Si… por qué? – esperé unos segundos – Regálame un momento que llegaron mis papas.

No había llegado al garaje cuando una sombra pequeña se me acercó rápidamente. Era él. La respiración se me fue por unos momentos, no comprendía como era posible que hacía unos minutos lo tenía al teléfono y de la nada aparece en mi garaje. El alma me volvió al cuerpo y no resistí las ganas de abrazarlo lo suficientemente fuerte para ahogarlo y no dejarlo ir otra vez.

Lo primero que hizo fue tomarme de la mano y pedir permiso a mi mamá para raptarme por unas horas, a lo cual mi mamá no reparó (Un momento, aquí hay algo que no me cuadra…).

Agarró mi mano fuertemente durante todo el camino mientras caminábamos hacia la avenida. En un momento me miró con un gesto de reparo y me dijo:

-          Me quedé esperando tu llamada el miércoles santo…
-          Te llamé cuatro veces en menos de una hora, solo contestaste una vez y estabas tan distante que supuse que te molesté… y ven, explícame algo, no se supone que ya estabas de regreso en Montevideo? – contesté
-          Uhmmm… ya ves, regresé. – respondió.

Llegamos a un colegio que aparentemente era de su familia. Caminamos hasta un pequeño teatro donde había algunos niños reunidos listos para ensayar. Recordé que él le gustaba la música y en algún momento había dirigido un coro.

-          Hey todos! les presento a Andrés. Él va a estar con nosotros hoy y puede que hasta nos ayude un poco con el ensayo.

Me parecía curioso que decidiera tomarme en cuenta para dar sugerencias a su coro, yo que hacía tantos años que solo cantaba en la ducha desde que el cambio de voz me había alejado del coro de mi colegio. En fin… los niños me saludaron y moví mi mano e hice todos los gestos que generalmente hago cuando me presentan ante un grupo grande.

El volvió a tomar mi mano, y me llevó a una oficina (creo que era la rectoría) me sentó en una de las sillas de visitantes mientras hacía un par de llamadas. Cuando terminó, caminó hacia mí, se sentó sobre mis piernas, descargó su mano sobre mi hombro y pegó su mejilla a la mía. Me miró con sus ojos verdes nuevamente y con un gesto más desenfadado me susurró al oído:

-          Que voy a hacer con usted, Don Andrés? Mire como me tiene… me hizo devolver de Buenos Aires solo para ver que estaba bien, ah? Puede creer eso?
-          “Y es que cuando estuve mal?” – me contesté a mi mismo
-          Que va a ser de usted y de mí de aquí en adelante?- me preguntó

Cuando estaba dispuesto a contestarle que se quedara a mi lado, todo me empezó a parecer extraño. Como era posible que supiera donde vivía si el nunca vino a mi casa y no había nadie en común que le diera mi dirección? Y peor aún, como era posible que me agarrara la mano en frente de mi mamá, si Mamá no sabe que soy gay??

Me siguió mirando con sus ojos verdes a la espera de mi respuesta, de repente me empecé a sentir más pesado y apareció el dolorcito que me da en el codo cuando duermo mal acomodado…

Nuevamente mi cerebro me había hecho pasar un mal rato, pero esta vez se le había pasado la mano.

Me encontré de frente a la almohada, lo que me ayudó a desgarrar un gruñido de rabia que me salía desde el fondo del estómago. Empecé a encajar todo en mi cabeza y recordé que las cosas habían quedado tal cual desde hace dos semanas, cuando lo había llamado por teléfono dos veces, en las cuales se le sentía frio y desinteresado en los planes que quería organizar con él.

Quise hacerle saber que había soñado con él y que me hacía falta su presencia, pero recordé que me había prometido no portarme como un intenso, y que había tomado otra decisión por mi bien: Pasar la página y hacer de cuenta que entre los dos nada pasó.

Tomé el despertador: Marcaba las 6:40 AM. Usualmente me habría fundido entre las cobijas para dormir una hora más, pero fue tal el golpe contra el mundo que no quise seguir durmiendo, por temor a que mi cerebro me bromeara con el desenlace de esa historia.

abril 29, 2011

Bad Bromance




Quiero que se siente hombre, le tengo que contar algo…

Son dos secretos grandísimos, se los he intentado contar desde que tengo 15 años, pero adivine qué? En ese entonces ni siquiera yo me los creía, es más, ni siquiera creía que llegaría al punto en el que me sentiría tan cómodo conmigo mismo.

Juan, soy gay… y en el tiempo en que estudiamos juntos, me tragué de usted.

No sé si decirle que se olvide de la segunda parte, el hecho de que usted deje de mirarme con los ojos de amigo como lo ha hecho durante los últimos 15 años me tortura un poco. No se lo dije hasta ahora porque tengo miedo de  que una de las personas que más me conoce simplemente decida abrir una brecha y quizá botarme dentro… Igual nada que hacer Juanito, me gusta ser lo que soy, a pesar que aún tengo mucho miedo, nunca en toda mi vida me había sentido tan bien conmigo mismo como lo estoy ahora.

En fin… todo pasó cuando empezamos a estudiar en décimo, no sé si el hecho que usted fuera la primera persona que no le importara cuan afeminado era, yo valía para usted… eso fue incontable, y no sabe todo el bien que me hizo… hombre, eso es algo que nunca le voy a terminar de agradecer, aunque en el proceso pues, bueno, me haya fijado en usted más que como un amigo.

No entiendo como no se dio cuenta, usted es demasiado ingenuo supongo y todas las señales que le dí las interpretó como puro bromance, lo cual fue así oficialmente, y bueno, yo estaba tan asustado de lo que estaba pasando conmigo que asumí que tener un bromance con mi mejor amigo era mejor que no tenerlo en mi vida. Viera el trago amargo que pasé cada vez que usted se rumbeaba a su novia en la sala de mi casa, pero hice de tripas corazón y como buen amigo me dije “bueno, con tal de que él sea felíz, yo me quedo callado”. Eso si no le niego hombre que sí que gocé espantándole cuanta vagabunda con hormonas en recreo se le intentaba meter en los calzoncillos … así como cuando me dejó pasar al teléfono para hacerme pasar por usted y portarme como un guache con la treceañera que lo invitaba a bailar los martes, se acuerda? Ahí tiene, la nena a los dos años se dejó hacer la curvita de la felicidad… usted podía haber sido el papá de esa creatura!

(Lo único bueno que tenía esa nena era el hermano gemelo, que estaba putamente sexy para tener 13 años).

El caso es, mi querido Juan, que usted me tuvo en una traga maluca por un buen tiempo, creo que ni siquiera sabe que casi me echan de la universidad en primer semestre por no estudiar los fines de semana con tal de verlo a sumercé. Ahora recuerda esa vez que le hicimos su pasta favorita en casa de Erica para despedirlo antes que se fuera a cruzar el charco? Tenaz que a uno la traga le deje el almuerzo servido, no? Pero bueno, ambos sabemos que el karma es una perra y usted pasó dos veces por las que me hizo pasar a mi, asi que creo que el balance kármico ya se estabilizó, no? Sumercé era un hijueputica, pero bueno, es mi amigo y aún así, lo quiero resto hombre.

Usted finalmente se fue a cumplir sus sueños y creo que eso me facilitó la vida de ahí en adelante, a pesar que todavía estuve tragado de usted por otros cuatro años. No se imagina lo que rogué para que ese viaje le produjera una epifanía y finalmente se diera cuenta que yo era la persona de su vida (aunque ese abrazo en el garaje de su casa con lagrimita y todo diciéndome la falta que le hice durante dos años estuvo bastante cerca). No llegué a perder las esperanzas del todo cuando estábamos en la finca de Cris y usted sugirió que nos podíamos acomodar en la misma cama, pero ni modo, esa noche me apreté las guevas duro para decir que no, que tal si le daba por dormir en cucharita conmigo y usted se diera cuenta que lo duro que había entre mis pantalones no era precisamente una pistola?

Sucedió que usted se metió en una onda cristiana y se casó muy joven, no sé con qué propósito, pero lo cierto es que cuando recibí la noticia sentí como si me hubieran amputado un brazo. No le niego que el totazo fue durísimo, pero que cree? Yo no olvido, pero sí supero, y desde ese momento, usted se me esfumó y yo volví a estar tranquilo.

El día en que su papá murió comprendí que hice bien en nunca compartir ni mi saliva ni mi semen con usted, porque el destino quería que nos comportáramos como si lleváramos la misma sangre. Me volvió el alma al cuerpo, porque aunque había perdido un amigo hacía algunos años, ese día la vida me regaló lo que por años le eché en cara al destino: Un hermano.

Es por eso que usted me parece un patético, un ridículo, que su sentido del humor apesta y que su culo no es ni la sombra de lo que era en el colegio, y aunque se le vean sexy esos pelitos saliéndose de su traje de cirugía, usted es mi hermano y donde quiera que vaya usted será mi casa, así como yo seré la suya.

Hasta el final Juan, un abrazo!

P.D: Erica cree que usted es homosexual, porque según ella, besa terrible.


abril 23, 2011

Al diablo con los noviazgos virtuales! (Quiérase un poquito!)


Una madrugada, después de terminar mi primera entrada sobre las redes sociales gay, recordé que en el tintero se me quedaron dos consejos importantes: Uno: Preferiblemente buscar contactos dentro de un radio de 10 kms a la redonda y Dos: Nunca prolongar mucho el tiempo para conocer a alguien con quien haya química. No entendía como había olvidado esos dos puntos tan importantes, siendo que ambos los había aprendido a las malas.

Wilson, uno de mis mejores amigos, ya me lo había advertido: Él había tenido una relación años atrás con una dominicana 14 años mayor que él, a quien conoció una noche en una sesión de Latinchat. Empezaron teniendo una bonita amistad que al paso de los meses pasó a ser algo más serio, y en cuestión de un año Ella vino a Colombia, se conocieron, tuvieron algo semejante a una luna de miel mientras se perdían en los parajes más turísticos del país y en esas duraron algo así como un mes. Hasta ahí todo bien, cada cual regresó a su realidad, no sin antes conocer la realidad del otro. Después de ello casi que empezaron a hablar de un futuro juntos: El viajaría a Estados Unidos a vivir con ella y con sus tres hijos, serían una feliz nueva familia y Colorín Colorado… Pero como era de esperarse, no fue así; al cabo de un tiempo las hormonas de Wilson no se pudieron quedar quietas, pero antes de embarrarla, prefirió cortar las cosas en sano.

Marcos también me lo había advertido, a su manera. Lleva algo más de tres años en una relación, y durante ese tiempo me ha repetido en múltiples ocasiones que no sería capaz de perdonarle los cachos a su novia. Sin embargo, cuando le pregunté que si los cachos fueran virtuales, su respuesta me sorprendió:

-          Serían como cachos de a mentiritas, total si nunca ha existido contacto físico, para que estresarse?

Advertencias venían de todos lados, pero yo nunca quise hacer caso. Podría venderme al mejor postor porque necesitaba sexo de manera urgente y por qué no? Un poco de amor no me vendría mal; el problema es que para disfrutar de todos esos privilegios necesitaba estar “a la venta”, pero dada mi condición de enclosetado no podía mostrar mi mercancía por temor a represalias. Ni modo! Tendría que trabajar de manera clandestina y que mejor hacerlo que usando el bajo perfil que ofrecen las redes sociales hoy en día.

En un principio tuve éxito porque no involucré sentimientos, solo era cuestión de encontrar alguien lo suficientemente atractivo como para iniciar una conversación, de ahí a un coqueteo discimulado, viaje a Bogotá, cita en un café, restaurante o bar, besos, sexo telefónico, luego sexo en vivo, y si gustó pues se reitera la invitación y estuvo; Pero el problema de esa rutina radica en que uno se termina convirtiendo en un pedazo de carne y convierte a otro en pedazo de carne también.

Decidí desnudar mi identidad un poco, con la meta de parecer más real y más confiable, y así ganarme la confianza de alguien y mostrar mi verdadero yo, para darle a oportunidad a ese otro que me quisiera por lo que soy. No iba a ser fácil, no encontraba a nadie en mi ciudad que me pareciera material de novio y en Bogotá los prospectos se desanimaban al saber que yo no vivía allá.

En fin, entonces me sucedió que inicié una relación en dos ocasiones, con un lapso de tiempo de dos meses entre la una y la otra, ambas fueron con colombianos que vivían o estudiaban temporalmente fuera del país. En ambas las cosas iniciaron con una conversación casual, intercambio de pensamientos y gustos, y en cuestión de meses (incluso de días) nacía una química mutua que en ambos casos me hicieron ver juegos pirotécnicos (con uno prácticamente éramos novios, el otro me llegó a proponer que me viniera a estudiar donde él estudiaba). Pero ya sabemos cómo termina la historia, chico conoció chico y chico no era lo que chico esperaba. El romance se quedó plasmado en interminables líneas de texto, pero a la hora de llevar los sentimientos a la mesa de negociaciones, el miedo, y quizá el orgullo, hizo que todo se fuera al caño y que las palabras se quedaran atrapadas en una garganta estreñida.

Ya se imaginarán la decepción tan tremenda, incluso el golpe al ego que uno recibe. A ratos me pregunté si el problema era yo, si me veían tan horrible (Que es totalmente injusto, o sea, tampoco soy modelo de Calvin Klein, pero tengo una que otra gracia, por Dios!). A la larga era culpa de los dos, por acelerarnos y dar sentimientos por hecho.

Ahora, no estoy generalizando ni estoy diciendo que es lo que les va a suceder si se meten en una relación virtual! Yo estoy seguro que debe haber alguna relación exitosa que empezó via internet y que por cuestiones de distancia se puede mantener así (al menos por unos meses); pero desde mi perspectiva personal, es enamorarse de una computadora a distancia! Simple y sencillo. A ver cómo le hace para tener sexo con la computadora, porque el cybersexo al fin y al cabo es un pajazo y ya, puede bajarse una porno o cerrar la pantalla de su portátil y a la larga es lo mismo, cuestión de imaginación… Y si lo virtual sigue siento virtual al fin y al cabo, donde queda la realidad en todo eso?

O bien podría comprarle un vibrador a su traga twittera, le dice “Cada vez que juegues con el, piensa que soy yo”, ahora quien le dice que en vez de imaginárselo a usted, se imagina a Javier Bardem?

Señores, la química es necesaria en toda relación, es el motorcito de ese carro que usted compró con su pareja cuando dijo “Si, quiero estar contigo”; Y la física, asi nos duela, también es necesaria, somos seres sensoriales, y necesitamos conectar todos nuestros sentidos para experimentar emociones plenas. 

La informática es simplemente un medio de comunicación, no es más, abusar de ella es como enamorarse del mariachi en vez del tipo que paga por la serenata.

Si la cuestión es miedo a que no lo acepten como es, recuerde que todos tenemos el mismo miedo, pero es algo que hay que enfrentar y descubrir. Entienda que asi sea usted el man más feo del mundo, siempre va a haber alguien  (así no lo encuentre fácilmente) que lo acepte por el hecho de ser único e irrepetible.

abril 13, 2011

He decidido que me voy a sentar y te voy a esperar... solo por un rato.



Hola!

Ya han pasado más de dos meses sin que crucemos palabra.

Quería saber si aún recuerdas el edificio en obra gris del que hablábamos en nuestras charlas. Lamentablemente ya no es más una obra gris, ahora tiene paredes que tapan toda la vista a la ciudad y al agreste bosque de pinos que lo rodea.

Siendo ese el caso, me temo que  ya no podremos hacer el picnic nocturno con almojábanas y aguadepanela que planeábamos hacer en el último piso de la construcción. Es una lástima que ya nuestros labios no estén repletos de harina.

Pero aún nos quedan muchos escenarios, como aquel que me pintabas la primera noche, recuerdas? Donde querías que te agarrara la mano mientras caminábamos juntos a casa durante una madrugada bonaerense. Yo todavía tengo ganas de llevarte a casa y tomarte de la mano, para cuidar de ti como a un niño pequeño que se le lleva por primera vez a un kínder.

Y que de aquel donde te pedí que me rescataras? Dijiste que vendrías a en tu armadura plateada para rescatar a tu caballero, quien permanecía solo y secuestrado a su suerte… Dijiste que vendrías corriendo, que me raptarías en medio de la noche, nuevamente me agarrarías la mano y correríamos tan rápido hasta que estuviéramos lo suficientemente lejos de todo y de todos, y que ahí… justó ahí, dejarías que mis manos acariciaran tu cara y finalmente caeríamos sobre las hojas caídas del bosque donde nos fundiríamos en un beso sin preocuparnos a qué hora terminara.

Recuerdas cuando te prometí que te mantendría entre mis manos para escudarte de la tormenta, y que sería tremendo idiota donde te dejara ir? Pues… me he convertido en ese tremendo idiota, creo que eso no es nuevo. Tienes que entender que lo hice por mi bien, quizá por el de ambos.

Pero no ha pasado ni un solo día en el que deje de preguntarme cómo estás, si estás bien, si estás vivo.
Ahora sé que estás en casa, solo por un corto tiempo. No te niego que me muero de ganas por llamarte y quizá inventarme un motivo para escaparme e ir a verte. Sin embargo, te he pedido que me des una señal, pero creo que por ahora has decidido mantenerme en sala de espera. No sé si lo que hice te causó tanto dolor que te convirtió en hierro o si simplemente lo que pasó fue tan insignificante que aún no te explicas como es que yo ande en espera por ti.

Ojalá puedas leer esto, si es que andas por ahí… y me puedas responder.  Solo dime que sí y correré a verte en el menor tiempo posible.

Te extraño.
--
Si saben que mi historia está concursando en #1añitohombreconhombre ? Tomense el trabajito de leer la entrada en http://hombre-con-hombre.blogspot.com/2011/04/de-la-primera-vez-y-otros-fiascos.html y si les gusta VOTEN! y si no, pues comenten al menos. Es un ejercicio literario bastante bueno y de paso leen otras entradas que seguro les van a gustar, se van a sentir identificados. Abrazos a todos!

marzo 15, 2011

Que vienes siendo en realidad? Puto o Traqueto?? (Segunda Parte)

Jairo dice: Jajaja… nene pero que dices?
Andrés dice: Pues perdona, pero con ese estilo de vida y esas fotos, que en la hacienda, que con la camioneta, los gustos tan estridentes en ropa…  no sé, me dejas pensando…
Jairo dice: Nada de eso, yo soy bien, ni lo uno ni lo otro.
Andrés dice: Ah ok…
Jairo dice: Aunque debo confesarte algo…
Andrés dice: Uh-oh…
Jairo dice: Cuando era chiquito me tomaron muchas fotos con esa gente, alzándome y todo eso
Andrés dice: Ok…
Jairo dice: … y pues hace un tiempo estuve saliendo con el primo de Alias Caricia…
Andrés dice: …
Jairo dice: Y de hecho… La familia de mi mamá es de paramilitares.

Se me cortó la respiración en ese momento empezó a retumbar una musiquita conocida en mi cabeza…


Pensaba en las consecuencias a futuro, ahora yo era un Muñeco de la Mafia (y eso que Jairo y yo nunca tuvimos cuento). Un día de estos Jairo me iba a llevar a tirar a la finca y después de una faena pasional, nos iba a encontrar la policía desnudos y sudados, nos iban a coger presos y comenzarían a investigar a mi familia, a mi papá, a mis tíos… o peor aún, en vez de los policías, iba a ser un grupo de matones que se iban a meter a la finca, nos iban a torturar así como hicieron con Liliana Lozano, pero con nosotros iban a ser más brutales por ser maricas. Así iba a terminar mi vida: Desnudo, con un tiro en la cabeza y las piernas cercenadas, botado en algún potrero de esta geografía.  

Todo eso que reconoció Jairo esa noche me parecía tan inverosímil; sin embargo, para que el inventaría una cosa tal?  Cualquiera saldría corriendo ante una confesión así, aunque posiblemente lo que el querría era deshacerse de mi o probar que tan fuerte era nuestra amistad… Pues bien, no me quedaría para averiguarlo, fue entonces cuando cerré Facebook, cambié mi cuenta de Messenger, y faltó poco para querer cambiar la SIM de mi celular, aun cuando él me llamaba por mucho una vez al mes, así que no tendría sentido cambiarla y la verdad me daba tedio el solo pensar que tendría que notificar de mi nuevo número a unos cinco o diez cristianos que me llamaban de vez en cuando.

Por seis meses solo obtuve dos llamadas perdidas de su número y otro par de mensajes de texto para indagar que había sido de mi vida y por qué me había desaparecido tan intempestivamente.

Ese Junio no había mucho que hacer, la tesis de grado me tenía en un plan bastante aburrido y mi vida social estaba reducida a las pocas ocasiones en que mis amigos se desprendían de sus obligaciones, más aún cuando buena parte de ellos vivían en Bogotá. Ni modo, otra vez abrí Facebook y lo abrí con la esperanza de no encontrarlo, y en efecto así fue, él no estaba más entre mis contactos. Respiré con tranquilidad, pero en el fondo me pareció un poco triste que no estuviera allí para estar pendiente de mí, para preguntarme por mi vida, por las cosas que hacía, para elogiar mi inteligencia y de paso mi buen gusto.

Pero como nada es para siempre, en esos días viajé a Bogotá por unas diligencias, y justo estaba solo una noche en el apartamento, cuando en medio de mi aburrimiento me dió por verificar si mi vieja cuenta de Messenger estaba activa. Pues mi cuenta si estaba activa, pero esa noche por suerte él no estaba conectado…

… CHIRIRÍNNNNN!

(Jairo aparece como desconectado)
Jairo dice: EN TU VIDA ME VOLVÉS A HACER ESO!!
Andrés dice: Que pasó?
Jairo dice: Nene, me preocupabas, pensé que te había pasado algo, no contestabas a mis llamadas ni a mis mensajes, no te veía en Facebook ni en Messenger, me preocupé por vos…
Andrés dice: Que pena contigo, es que entre la U y la tesis pues el Messenger y el Facebook me distraían entonces me abrí del mundo mientras tanto. (Miente Pinocho, miente!!)
Jairo dice: Y yo que pensé que estabas bravo conmigo… vé nene, no seás así! No me dejés así la próxima vez, oís?
Andrés dice: Naaaah, cero rollo! No te preocupes, todo bien.
Jairo dice: Ve y vos donde andás hoy?
Andrés dice: Estoy en Bogotá haciendo vueltillas.
Jairo dice: Uuuuuuy Perfecto men!!… oíme, yo también ando en Bogotá, que te parece si nos vemos en un ratico y miramos que hacemos pa’ quitarte el aburrimiento, vale?

No quería hacerlo, no debía hacerlo, debía inventar que estaba muy tarde y que no tenía ganas de salir porque no tenía ni un peso… pero empezó el pensamiento morboso a revolotear en mi mente como murciélagos en una cueva, por fín se me iba a hacer el milagrito de acabar con ese verano al que llevaba sometido y podía llevar a cabo una de mis fantasías: Que me coma ese caleño con piernas de futbolista en su habitación de hotel, que practicara conmigo ese Kamasutra gay del que él tanto hablaba y que hiciéramos un 69 ya que ambos nos ufanábamos de ser unos maestros en el arte del sexo oral.

Andrés dice: Vale, te parece bien si nos vemos en media hora?

Procedí a cambiarme con mis mejores galas, a robarle un poco de Armani Manía que había dejado mi papá en el gabinete del baño y listos! En media hora ya iba en camino al centro comercial que quedaba a escasas cuadras de mi casa. Llegué caminando cuan modelo de calzoncillos para sentirme sexy y fue ahí cuando lo encontré sentado de espaldas en la plazoleta de cafés. Se veía más o menos de mi altura a pesar de llevarme cinco centímetros de más, no se veía gigante; tenía la cabeza rasurada, quizá con una semana de anterioridad… pero lo que más llamaba la atención era su chaqueta con capucha en cuero blanco, y obviamente al detallar sus zapatos, pues ni más ni menos que los mencionados mocasines en piel de cocodrilo… No había duda alguna, ese era Jairo.

Nos saludamos con un abrazo fuerte y paso siguiente lo lleve al BBC que quedaba a unas cuadras de allí, pues estaríamos más tranquilos. Allí empezamos a hablar de su vida, de sus cosas, que el motivo de su viaje era que iba a tramitar una visa para salir del país por un buen tiempo, y que había decidido quedarse en un hotel porque en donde su prima no se podía quedar por cuestiones de seguridad.

-          Luego que pasa con tu prima? – Le lancé una mirada de duda.
-          Te cuento cuando llegue a Cali, vale?

Yo que ya me hallaba desnudo en su cuarto de hotel se me bajó el libido con la cuestión de seguridad, más el hecho que al cabo de unas horas él tendría que tomar un vuelo de regreso a Cali, por lo que las probabilidades de un encuentro pasional se reducían considerablemente. Nada que hacer, nos volvimos a abrazar, y al cabo de unos segundos llegó el taxi que lo llevaría al hotel.
Pues ya que nos habíamos visto, y la velada esa noche había sido de alguna manera grata  decidí seguir hablando con él, casi haciendo borrón y cuenta nueva sobre la reputación de su familia, total el tipo se veía de buenas intenciones y no le hallaba nada de narco en su forma de pensar o expresarse… fuera eso sí, de su ropa. Normal, nuestras conversaciones recuperaron el ritmo de meses atrás, ya sin pretensiones de mi parte, solo hablábamos de películas, de música y así pasábamos las horas hasta la medianoche, cuando era yo el primero en caer del cansancio.

Pero empezando Agosto, y a pocos días de iniciar semestre en mi universidad, un domingo me escribió:

Jairo dice: Nene, cogieron a mi primo en la finca.
Andrés dice: Como así? De que lo acusan?
Jairo dice: Pues nene, ya sabes, es mi familia…

No supe que decir, lo mejor era que no dijera nada, no debería saberlo…

Jairo dice: Lo peor del caso es que dejé mi portátil allá y no puedo volver por allá.

En ese momento pensaba en algunas fotos que le había mandado, en las conversaciones que habíamos mantenido. Empecé a sudar frio, pensaba que este sujeto había grabado cada una de nuestras conversaciones, que en cuestión de horas me llamarían de la Fiscalía para rendir indagatoria por mis supuestos nexos con paramilitares, que me preguntarían por mi relación con Jairo, sobre todo por las conversaciones de alto contenido que mantuvimos en un par de ocasiones.

Andrés dice: Dime una cosa, tú de casualidad guardas tus conversaciones de messenger?
Jairo dice: Como se te ocurre güevón?! Nada de eso… no te empeliculés…

Respiré, pero no era suficiente, esto era un llamado de atención para que me alejara de Jairo; pero trataría de hacerlo paulatino, de tal manera que no pensara que la noticia del primo me había asustado. Tendría que recurrir al viejo truco de la tesis.

Al día siguiente busqué en las páginas de los noticieros por noticias sobre capturas y allanamientos; En efecto, en la noche del domingo habían capturado a un jefe de sicarios en una finca del Valle, que el sujeto ya llevaba su tiempo viviendo en Europa y que había venido a Colombia a sacarles visas a algunos de sus familiares.

No había nada más que hacer al respecto, habría que emprender la retirada definitivamente.

A los pocos días me llamó, me dijo que entendía que me tenía que retirar “Por la U y eso” pero que no fuera tan drástico, que de vez en cuando le contestara para saber cómo estaba. También le pregunté que por qué el y su primo no llevaban los mismos apellidos, según las noticias, y me dijo que era porque no se trataba de su primo en sí, sino del marido de su prima.

-          No me cabe en la cabeza como es que sabiendo las actividades a las que se dedica tu primo tú te expongas a tanto, al fin y al cabo ni son primos realmente…
-          Nada man, familia es familia y ese man es como mi hermano…

Esa fue nuestra última conversación, después de eso no le volví a contestar el teléfono. Me dejo otros dos mensajes de texto luego, en los que me manifestaba sus deseos de verme, aprovechando que estaba en la ciudad, que le quedaba de paso para visitar a su primo en la cárcel y pues que no habría oportunidad de volvernos a ver, pues tendría que salir del país y no sabía cuándo iba a volver.

“Que pena no poder salir contigo, pero la U me tiene superconsumido y me es imposible tener vida social en éste momento. Disfruta la ciudad, y diviértete en Europa, te deseo lo mejor. Besos, Andrés”.

En fín, fue así como terminaron cualquiera de mis nexos con este amigo tan particular, tampoco supe en realidad a que se dedicaba (y supongo que fue mejor así, a pesar que nunca supe que tan veraces eran sus historias). Lo cierto es que no me queda más que valorar el tiempo que pasó conmigo, por ser el único amigo que no me hacía la tonta pregunta del momento “Y cuándo es que sustenta su tesis?”
Suerte Jairo, donde quiera que estés.

P.D: Contestando a tu pregunta @PorElOtro: Sí. Alguna vez Jairo me mostró una foto del zoológico que tenían en la finca, donde posaba alegremente al lado de un Ocelote.

marzo 05, 2011

Que vienes siendo en realidad? Puto o Traqueto?? (Primera Parte)



Tengo que admitir que extraño a Jairo, aun siendo yo quien tomó la decisión de alejarse. Acepto que es difícil encontrar a alguien que tuviera el encanto y la serenidad que lo hacían único.

Jairo llego a mi lista de contactos una noche de abril, siendo el Diablo 23. Supongo que era tal mi aburrimiento que no opuse resistencia a que me hablara sin tener una foto, que para mi era un requisito ineludible, solo que estaba tan cansado del cotidiano interrogatorio “Hola como estas? Como te llamas? Activo o Pasivo?...” que cualquiera que me ofreciera una charla entretenida era bien recibido. Honestamente no recuerdo como iniciamos nuestra conversación, pero recuerdo que su conversación era amena, calmada , nos robábamos risas mutuamente y ninguno quería llegar más allá de lo que un primer encuentro decente permite; Eso si, fue tal la química que ninguno de los dos reparamos en intercambiar direcciones de Messenger y en darnos cuenta que existíamos… al menos visualmente.

Su cámara ofrecía una imagen pixelada, pero que suficientemente clara. No era un Adonis Caleño tipo Negro Salas (en los tiempos en que hacía de stripper en Paquita Gallego) pero tenía una cara de conejo que me parecía curiosa y hasta dulce, eso sin contar que el calor de su Cali natal me permitía apreciar su tórax desnudo: Una anatomía de Boy Next Door, simple y sin pretensiones. Para mí era suficiente. 

Me enteré que estudiaba Francés, que hacía modelaje, que como buen caleño era un teso para bailar salsa y por lo que leí entre líneas me imaginé que era de familia pudiente… “Un momento, modelaje? Hey! Eso hay que verlo para contarlo”. Paso siguiente lo busque en Facebook y había cometido el error de no bloquearlo a terceros. Pude husmear entre sus fotos y darme cuenta que apariencia de niño pudiente si tenía, pero Modelo? Empiezo a dudar…

Nuestra charla duro algo asi como de 10 pm a 4 am y eso porque yo tenía clase cuatro horas después. Nada, esa noche hubo repetición, conversación y hormonas, ya saben: él caliente, yo caliente, ambos solos en nuestros cuartos, y yo empleando una que otra palabra para subirle al fuego y finalmente accedimos a vernos en como Dios nos trajo al mundo. Recuerdo como movia sus manos alrededor de su miembro tamaño promedio que estaba tan bien acomodado entre esos muslos de futbolista, lampiños pero que son todo un manjar visual al detallarlos entre unos Denim descoloridos. Bueno, yo… la verdad ya saben como me va con la cuestión del sexo virtual, en realidad me gustaba lo que veía, pero hacia “mucho frio”, asi que tuve que esperar a que él se fuera para poderme consentir como era debido. Igual cuando me pregunto que si me había venido le dije que si y me pidió que le mostrara la “pruebita”… Ah Cosa Extraña! Bueno, igual me había mojado un resto con su exhibición y la magia de la iluminación hizo lo suyo, y bueno, a Jairo le pareció fantástico y nos despedimos esa madrugada, de momento.

Y así, poco a poco y cada noche me iba enterando un poco más de éste sujeto tan peculiarmente encantador. Así me di cuenta que le encantaba hablar hasta por los codos, que tenía cierta afición por lo esotérico (yo creo que éste canaleaba en las mañanas entre Jeanine y el profesor Salomón), que le encantaba el sexo tántrico … ahh!  Y que era bisexual, pero obviamente no lo deduje con sus palabras, solo que cuando le pregunte sobre su sexualidad, me decía que le encantaban ambos sexos por igual, pero que simplemente su único título era “Jairo” y que con el sobraban esas etiquetas (me perdonan, pero eso es típica disculpa de niño bisexual que no quiere ser identificado como mitad-marica). Si había algo que le disgustara a Jairo era interactuar con otros homosexuales, decía que le irritaba que otro hombre lo tocara sin permiso, y que sería capaz de moler a golpes a cualquiera que lo intentara, incluso así fuera amigo.

Entre todas esas facetas, había una que Jairo no debió mostrarme y que fue decisiva para retirarme de sus amistades: Era terriblemente exhibicionista. A cada rato me enviaba fotos suyas en todas sus facetas, que el Jairo fiestero, el Jairo en la finca, el Jairo en Medellín, el Jairo cabalgando y obviamente el Jairo Modelo… la verdad nunca pude entender (con todo respeto Jairo, si algún día llegas a leer esto) como era que en una ciudad como Cali contrataban a este man para fotos en calzoncillos cuando perfectamente habrían podido contratar a Javier Jattin o a Italo Londeros, O sea, el man no se veía mal en calzoncillos, tenía nalgas bonitas… pero la cara no le ayudaba mucho… Yo creo que Jairo se lo daba al fotógrafo y el fotógrafo con tal de recibir sus favores sexuales (Posa Amor! Posa! Hazle el amor a la cámara!) le decía que se veía divino y que era el próximo Tyson Beckford de las pasarelas colombianas. 

Sumado a su “prometedor” futuro como modelo, estaba el hecho que en buena parte de sus fotos siempre estaba en unas haciendas que parecían casas de ricos como esas que salen en las novelas de Televisa y Teleinmundo. La mayor parte del tiempo aparecía bronceándose al lado de una piscina, sentado bebiendo whisky en un megacomedor o feliz bailando con otros tres cristianos en el bar de la finca. Luego me mostró fotos de un apartamento que estaba remodelando y que necesitaba el visto bueno de un amigo con buen gusto (soy algo fashionista, tengo que confesarlo) entonces me mostró sus fotos de la cocina y el comedor y la cuestión loft y esto y lo otro y… bueno, lo primero que vino a mi cabeza cuando veía esas fotos era ese capítulo de Las Casas de los Famosos que salía en metrocuadrado.com donde se le entraban al rancho a Liliana Lozano, a la que encontraron muerta junto con el hermano de un narcotraficante que habían asesinado en España. Era una parafernalia casi idéntica, descomunal…

La tapa cuando este tipo me habla de sus gustos a la hora de vestir, como cuando me confesó que recientemente había comprado unos mocasines en piel de cocodrilo (me indignó terriblemente porque para colmo de males soy ecologista) que para variar eran como Lacoste o algo asi, y además de eso me hablaba de sus pantalones Armani, sus camisetas Dolce & Gabanna, sus camisas Ralph Lauren, sus gafas Prada… A esta altura ya me empezaba a cansar la cuestión de las marcas, yo que a duras penas puedo con el Chevignon toda esa fijación con la ropa ya me parecía estridente y bastante extraña, ya me sentí en alerta amarilla con este personaje.

Olvidé decir que le gustaban las rancheras, los corridos prohibidos y Pipe Bueno? Ya esta sopa de coincidencias me sabía extraño, este tipo era la antítesis de esos principios con los que me educaron, donde la sencillez es lo que hace la clase y donde toda rana llamativa es simplemente venenosa y peligrosa. Una noche entre chiste y chanza, le solté el siguiente interrogante:  

A todas estas, que vienes siendo en realidad?? Puto o Traqueto??

Nota del blogger: La intención de ésta última entrada no era enlodar la imágen de Cali. El protagonista de ésta historia no describe un perfil general ni mucho menos un estereotipo. Abrazo para mis lectores de Cali y mil disculpas si se molestaron por el contenido de este blog.

febrero 14, 2011

Redes Sociales Gay para Dummies (Segunda Parte): Hombres por catálogo


 (tomado del blog Absurda Lucidez http://aik7.tumblr.com/ Me gustó esta imágen y te la robé Aik)

Cuando escribía la primera parte de esta entrada, recordaba que en mi paso por las redes sociales iba conociendo a un sinnúmero de estereotipos a los cuales les tenía que hacer un homenaje y una entrada aparte. Pues bien, este es un breve resumen del “catálogo” de hombres que puede usted encontrar en su red gay más cercana.

1.       El Desesperado: “Serás tú mi media naranja?”.

Son como la compañera fea del semestre: Basta con saludarla para ganársela todo el día. Es el típico muchacho con discurso cursilero que está muy carente de amor y cree encontrarlo en cualquiera que le dedique algo de tiempo y palabras. El problema está en que son capaces de irse a los límites con tal de retener a ese usuario. Si se encuentra a un desesperado, trátelo con cuidado, son extremadamente sensibles, y cualquier mala experiencia los hace entrar en crisis.

Recuerdo que recién abrí mi perfil en Manhunt, encontré a un personaje que a los cinco minutos de haber iniciado una conversación conmigo, ya quería que lo invitara a mi ceremonia de grado y “compartir esos momentos contigo”... Creo que si hubiera seguido hablando con éste sujeto, a los veinte minutos me habría dicho que quisiera envejecer conmigo. Mala cosa.

2.       El Desubicado: “Ni idea que escribir acá”.

Este tipo es poco seguro, no sabe cómo publicitarse y mucho menos sabe lo que quiere. Es un sujeto bastante difícil y necesita de mucha paciencia para sacarle algo de conversación. Si va a salir con el susodicho, trate de encontrar puntos en común de los cuales hablar, de lo contrario será una cita que recordará por su alta carga de aburrimiento.

3.       El ciudadano ejemplar: “Casado. Bisexual. Cero Plumas”.

Este señor es de lo más hollywoodesco, parece sacado de la típica película americana sobre familias disfuncionales. Puede ser un ejecutivo ejemplar, casado con la mujer perfecta y con los hijos perfectos, pero que entra a la crisis de los cuarenta y busca muchachitos con los que pueda hacer las cosas que no puede hacer con su señora; por ende imagino que deben ser fogositos y bien cachondos en la cama, dada la alta carga sexual y emocional que llevan acumulada durante años. Nunca he salido con un sujeto así, pero esa es la idea que me he formado con lo que algunos amigos me  han contado por ahí.

4.       El lobo: “Atrévete a conoserme… NO TE ARREPENTIRAS!”

Este es quizá el personaje más pintoresco de toda red social. Fijo fijo siempre se toma la foto con los lentes oscuros en un espacio cerrado, y en el fondo de su foto siempre aparece o el cuadro del “Jesus en ti confío”, la mata del comedor de la mamá o en el peor de los casos, la taza del baño. Ahhh! La foto se la toma sin camisa! Y es que tiene con que!!. Típico chico de encanto melgareño, rostro de Pipe Bueno y además admirador de su música. Baila Salsa, Reggaeton, es supermetrosexual y tiene la suficiente personalidad como para vestir un speedo en cualquier balneario. Yo de usted me llevaba a este hombre a cualquier paseo a tierra caliente, pero eso sí, olvídese de presentárselo a sus amigos (siempre se lo van a echar en cara luego) y mucho menos llevarlo a un asado familiar.

5.       El realizado: “Busco a sujeto similar que sea independiente y sepa de donde es y para donde va”.

Son personas amenas y agradables en algunos casos, solo que tienen una hoja de vida tan pesada que pueden atropellar a cualquiera con la cantidad de logros laborales y personales que llevan a cuestas. Manejan una agenda tan ocupada y son tan organizados y meticulosos que lo dejan a uno pensando si tienen tiempo para una relación seria. Con los realizados no hay margen de error, son increíblemente cortantes si usted sale con un mal chiste. Algunos de ellos son psicorrígidos por naturaleza.

6.       El marido virtual: “No me haga perder mi tiempo”.

Puede llegar a ser dulce por un rato, pero si se descuida con éste sujeto por cinco minutos, sacará sus líneas típicas reclamando derechos de exclusividad (yo diría que las copia en el bloc de notas y las tiene abiertas en toda conversación) “Me parece que estás como ocupado… Estás hablando con alguien más?… no que pena, no me sirves… no quiero volver a hablar contigo!!”. Ya me he codeado con varios de éstos sujetos y algunos de ellos recaen e insisten en volver a hablar con uno… Están de psiquiátrico estos tipos!

7.       El mediocre: “Me considero una persona sexy. Cero gordos, cero viejos, cero plumas…”.

“Hola, cómo te llamas? Cuánto mides? Cuánto pesas?  Eres act o pas? Y dónde vives? A que te dedicas? … Ah! Que chévere!... Nada, está haciendo un frío!... Y que más? Que me cuentas?”. Cero romance aquí. Pase al siguiente.

8.       El divo: “Si no le contesto no insista…”.

Simplemente no camina… levita! y tiene un ego de dimensiones colosales. Este tipo tiene algo que lo hace sentir único en su especie y lo peor del caso es que puede que tenga razón. Debe tener o buena presencia o buena labia, y le llueven propuestas por doquier, sin embargo ahí es cuando uno se pregunta “Si es tan exclusivo, que hace aquí? Le deben llover manes sin necesidad de estar acá”. Gozan de humillar a cualquiera que les dé pié para hacerlo, así que hágase u háganos un favor: No le suba más el ego. Pase al siguiente.

9.       El bajo perfil: “Me considero un tipo serio, varonil, muy masculino”.

Son de lo más descomplicados, pero requieren que uno esté al mismo nivel que ellos. Es el tipo que usted puede llevar a cualquier antro de mala muerte a tomar cerveza o a la panadería del barrio a tomar tinto. Son divertidos, amenos, y de vez en cuando sacan buenos chistes. El único problema es que son más como para un ratico en la cama y ya, no quieren más. Si se quiere llegar a una relación con ellos toma tiempo y paciencia, a menos (repito) que usted se comporte de la misma manera. Se parece al “ciudadano ejemplar” en que algunos se creen bisexuales y crean toda una fachada alrededor de ello.

10.   El turista sexual: “Estaré en la ciudad por unos días”.
           
Tengo que confesar que leer a estos tipos me hacen sentir en una red de acompañantes, haciéndole un tour por toda la ciudad y obviamente el tour termina en el cuarto del hotel donde el sujeto se hospeda (Solo falta que después de la faena deje la propina en la mesita de noche). Previo al viaje el turista sexual realiza toda una serie de interrogatorios, y luego se emociona pidiéndole fotos de su pene, y preguntándole por dimensiones corporales. A este tipo llévelo con cuidado, no se imagina las cosas que puede llegar a pedirle antes y mientras lo está conociendo. 

11.   El dermatólogo (Porque va directo al grano): “Estoy arrecho y quiero tu leche”.

Si tiene foto, es una primera plana de su miembro en todo su esplendor, e incluso lo puede llegar a mostrar una colonoscopia. No se va con rodeos y de una dice lo que necesita. De éste, no tengo mucho conocimiento porque me da pavor meterme con un sujeto así.

12.   El twink: “.:.:.PzZz Me KoNzIdErO 1 ShIkO ChVr ii pZzZ aNdO KoNoZiEnDo AmIiIiGuIzHoZ X AhIiI jEjEjE ;P .:.:.”.

Es bastante probable que el niño pertenezca a alguna tribu urbana (no baja de flogger o emo o le gusta camuflarse como tal). Cerciórese de preguntarle bien qué edad tiene si no quiere que lo acusen por pederasta. En general son primíparos que buscan explorar las libertades que en el colegio y en la casa les han sido negados. Es todo un lienzo en blanco que espera ser instruido en las mieles del sexo… claro, si es que él no le lleva ventaja, porque como se maduran biches, es posible que la clase de comportamiento y salud se la esté dando él. 

13.   El viejo verde: “Profesional retirado, conservador, buenos modales”.

Estos señores no bajan de los 50 años, y en efecto, son muy decentes y amistosos, pero mientras van cogiendo confianza van armando unas propuestas que lo hacen abrir los ojos como si le fueran a echar gotas. Recuerdo que una vez me escribió un señor de 55  años a quien le interesaba  “mi esporádica personalidad de busetero” (algo así había escrito yo en mi perfil)  y el señor me responde: “yo quiero enseñarle a ese busetero como manejar la palanca de cambios”. Yo le respondí, de manera atenta: “Aprecio su interés, pero lamento informarle que este bus es automático y por ahora está fuera de circulación. Muchas Gracias”. El señor me respondió algo, no recuerdo que, pero en pocas palabras me felicitó por mi sinceridad y la rapidez con que respondí a su petición. 

14.   El bohemio: (Inserte frase intelectual aquí).

 Estudia o ha estudiado algo relacionado con las humanidades o las artes. Tienen toda una lista de películas que no se ven sino en las cinematecas, y le encanta escuchar música de papás (que seguramente fueron hippies en los 70) o bien puro rock alternativo e independiente. No es un fiestero consumado pero eso sí, puede que tome o fume o meta o le encante el mate argentino si es que no todas las anteriores. Son sujetos encantadores, se les puede sacar tema de todo, aunque algunas veces suelen tomar posiciones radicales ante ciertos temas que llevan a discusiones eternas y jartísimas. 

15.   El boy next door: “La verdad no me considero perfecto”.

Tengo que confesar que éste es uno de mis favoritos. Es el típico niño que se encuentra al salir de su edificio, en la estación de Transmilenio y se sienta al lado suyo en el bus con sus audífonos bien puestos. No necesariamente es un churro, es tímido y hasta tierno. Aún conserva algo de las pautas que le inculcó su mamá a la hora de vestirse. Es educado e ingenuo en algunos casos, pero nunca un bruto. Ahh!… huele delicioso. Puede que parezca el personaje más normal de este mundo, pero es precisamente atractivo porque debajo de esa ropa de centro comercial se esconde todo un mundo listo para ser descubierto.

No pude evitar al revisar mi artículo, el compararme con los estereotipos que se me han ocurrido. Creo que tengo un poco del boy next door, algo del bohemio, otro poco del bajo perfil, y en algunas situaciones he sido el desubicado y el mediocre. Lo mejor es ser un poco de todo y no encasillarse. 

Aún así usted, querido lector, se ha sentido descrito a lo largo de esta entrada?